viernes, 19 de marzo de 2010

ESCRITO EL 14-03-10

Lo previsto –una reunión con aquellos compañeros de la secundaria- tendría el efecto del cataclismo en su aire de hombre resuelto. Una trayectoria bien cimentada en el campo de la cirugía estética, diferentes emprendimientos a nivel nacional e internacional, el orgullo en brazos de la fama y su modestia.

El powerpoint dejó al descubierto (aunque para mí, la progresión de las imágenes debía analizarse lentamente) una personalidad inestable, cercana al retraimiento.

El resto fue una deliciosa recorrida por las canciones de los 70 y los 80, varios mensajes alusivos, la consecuente suma del tiempo a tantos anhelos.

Hubo una carta dirigida al Dr. Alejandro Zunino; el amor eterno avanzaba en cada línea y lo más triste era pensar que la Colorada Meza había muerto dos días antes en un accidente automovilístico.

LA PRISA DE LOS ARBOLES

La prisa de los árboles merece otra luz en la distancia.
Negro dolor aullando salvaje
por la cintura espesa del fuego.
Los ángeles han olvidado la contraseña
y desde la sangre nos paralizan.
¿Qué robar a tanto brillo inmune
como la visión de una estepa?
Amor puesto en fuga
para entenderse, libre, con el vino.
Amanecer y sublevar la conciencia
luego de soñarnos a la deriva.