Calma. Signo inevitable de la espera.
Soy la voz del muelle en esta dimensión
sembrada de velámenes.
Regreso del ensueño
como un satélite que borra fronteras.
Ambigua clave destinada a los trópicos
recurre por la sangre
a mi costado humano.
Vibrará.
Una estela fugaz deja sobre el río
ese claro mensaje de los dioses.
miércoles, 23 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario