DEVENIR
Alguna vez tendremos el corazón preparado.
Lo saben aquel misterio
de impostados caminos,
y esta luz
que no sucumbe al ojo desnudo.
Precipitando batallas
viene a jugar la misma suerte
donde no aguardamos
y por fin se somete
con su adentro hecho carne.
Lucha inútil:
vecina creciente de horas o milenios.
Sólo resta el principio.
Un vacío abrumador.
sábado, 27 de septiembre de 2008
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