SESGO
A mitad de camino
con el viento y la lluvia
en arena de soledad
somos ángeles;
pero al final,
cuando la huella se olvida
un tibio ánimo de distancia
queda callado.
Aun teniendo
la mano del vino por ayuda
ya sin alas dormimos,
como crisálidas.
domingo, 28 de septiembre de 2008
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