lunes, 13 de octubre de 2008

III

Acometer la empresa como un verdadero insomne,
ir al desafío con los filamentos
de otra luz.

Ambito de partidas, de voluntad
que succiona el tesoro de mil pupilas
proponiendo meridianos
en la claridad.

Lejos de cualquier testigo. Unicamente
los gritos donde amor equivale a fractura.
Ensimismado por el resplandor
(vetas que delimitan la palabra).

A veces una lente juega con la herrumbre
del olvido.

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