martes, 21 de octubre de 2008

OFRENDA Y RETORNO

Llevo al dominio de la poesía un eco: estar en la tierra
como a las puertas de una extraña visión,
y remontar su cauce de luna.
Conocer la espera dentro de la espera,
mantenerse en pie mientras el grito del mundo
hurga ropaje o memoria.
Extender con palabras la propia desnudez,
saltar.

Llevo al dominio de la poesía mi tributo
de hombre que se funde a los murmullos
de un bosque infinito.

Llevo al dominio de la poesía
aquello que dibuja criaturas
en la pampa noche
para luego caer
como un astro, bordeando la hoguera
del sueño.

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