domingo, 28 de septiembre de 2008

ASCHENBACH

¿Quién te aguardaba?

Bajo el pálido cielo veneciano
cobró forma semidivina tu tormento
para que sólo una luz
tornara estallido
el crepitante fuego de tu alma.

El penúltimo peldaño te vio tambalear
alcanzando, a tientas, el filo peligroso
y ya no pudiste detener
ese incierto vendaval de tinieblas,
colmado de pasión y silencio.

Allá,
Sócrates y Fedro desentrañan el agrio misterio
a través del que escapa tu vida
lentamente
como aletear herido de golondrina
en el corazón del crepúsculo
vuelto góndola.

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