sábado, 27 de septiembre de 2008

TENTATIVAS DEL FUEGO

He contemplado en la siega de agosto
su avance, espontáneo y fatal.
Naciendo a través del grito
viene a calmar una sed caprichosa
y levanta su crónica
hecha con despojo.
Al amor adeuda todos los remansos
imaginables,
hasta el precioso vino
que retorna en cenizas.
Vuelve a girar,
dilata aquel recuerdo
o conmueve
cuando ensaya el simulacro.
Aunque ese nombre
no escape,
aunque la noche
consuma el verdadero espectáculo,
él permanecerá.
Luz que interroga
entre signos de adversidad,
rescate urgente para algunos
y eco sin duda cerca de un perro.

Si del nudo asomara
una mujer,
oh fuego intemporal,
saludaría tu rastro
lleno de olvido.
Pero nada revelas,
y aguardo.

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